¿Qué es la anquilosis?
La anquilosis es un término que quizá hayas oído antes, pero que tal vez no sepas cómo se relaciona con tu cuerpo. La anquilosis es una división y limitación prolongada del movimiento en una articulación debido a un daño por traumatismo o enfermedad que hace que la articulación se vuelva rígida.
La anquilosis puede producirse en cualquier articulación del cuerpo. Las localizaciones más frecuentes de la anquilosis son la columna vertebral, los hombros, las rodillas, las muñecas, los dedos y los codos. La anquilosis también puede producirse en la articulación temporomandibular (ATM), situada delante de la oreja.
Cuando se produce anquilosis, la articulación pierde su movimiento regular y se vuelve rígida. Esto puede ser doloroso e impedir las actividades normales de la vida diaria. La anquilosis puede producirse por el desgaste de la articulación, por una lesión o estar relacionada con una enfermedad como la artritis reumatoide o la artrosis.
Causas de la anquilosis
Las lesiones mecánicas son la causa más frecuente de anquilosis. Puede ser consecuencia de una caída, una lesión deportiva o un accidente doméstico. Lesiones como fracturas, luxaciones y desgarros de ligamentos pueden causar afecciones que provoquen anquilosis. Incluso las lesiones leves de una articulación, como los esguinces, pueden acabar provocando anquilosis si no se tratan y rehabilitan adecuadamente.
Las enfermedades crónicas, como la artritis, también pueden provocar anquilosis. La artrosis es la forma más común de artritis relacionada con la anquilosis. Esta enfermedad, también conocida como artritis por «desgaste», provoca una pérdida progresiva del cartílago articular y anquilosis. La artritis reumatoide y otras enfermedades autoinmunes también pueden provocar anquilosis.
En algunos casos, la anquilosis puede ser un efecto secundario de un tratamiento quirúrgico previo de una articulación. Si la articulación se inmoviliza incorrectamente durante la recuperación de una intervención quirúrgica, podría provocar anquilosis.
Síntomas de la anquilosis
Los síntomas de la anquilosis pueden ser muy variados según la articulación afectada y la causa subyacente. En algunos casos, puede causar rigidez o dificultad para mover la articulación como antes. En casos extremos, puede hacer que la articulación quede bloqueada en una posición.
Además de la pérdida de movimiento articular, la anquilosis también puede causar dolor, hinchazón, calor y enrojecimiento en la articulación. En muchos casos, estos síntomas suelen empeorar por la mañana y mejoran con la actividad. La anquilosis también puede provocar debilidad muscular y pérdida de movilidad alrededor de la articulación afectada.
Tratamiento de la anquilosis
El tratamiento de la anquilosis variará y dependerá de la causa subyacente de la anquilosis, así como de su gravedad. Mientras que la anquilosis por desgaste generalmente se beneficiará del reposo y de no tratar la articulación afectada con movimientos extremos, la anquilosis causada por enfermedades como la artritis requerirá tratamientos muy diferentes.
La fisioterapia es uno de los principales componentes del tratamiento de ambos tipos de anquilosis. Se realizan ejercicios de fortalecimiento de los músculos que rodean la articulación, así como amplitud de movimiento y manipulación para mejorar la función articular.
En algunos casos, la anquilosis puede requerir una intervención quirúrgica. Si la anquilosis no responde a otros tratamientos y limita las actividades de la vida diaria, el médico puede recomendar una intervención quirúrgica para extirpar la zona dañada o problemática con el fin de mejorar la función articular.
Prevención de la anquilosis dental
La prevención de la anquilosis dependerá de la causa. Para las personas que practican deportes, un acondicionamiento adecuado y el uso del equipo de protección necesario pueden ayudar a prevenir la anquilosis. Para las personas que padecen artritis u otras enfermedades que pueden causar anquilosis, el control y el tratamiento adecuado para evitar daños mayores en la articulación afectada son cruciales para prevenir la anquilosis.
También es importante buscar tratamiento en cuanto se produzca una lesión o si sospechas que hay signos de anquilosis. Una intervención precoz puede ayudar a identificar la causa de la lesión y prevenir el empeoramiento de la anquilosis.
La anquilosis es una afección en la que una articulación se vuelve rígida y pierde su capacidad habitual de movimiento. Puede deberse a una lesión, a un uso excesivo o a una enfermedad crónica, como la artritis. La anquilosis puede causar dolor, debilidad y pérdida del movimiento normal de la articulación afectada.
El tratamiento de la anquilosis varía en función de la causa subyacente y la gravedad. La intervención y el tratamiento precoces de la causa subyacente, como una lesión o enfermedad, pueden ayudar a prevenir la anquilosis. En los casos graves de anquilosis, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para eliminar el daño que afecta a la articulación.
Si experimentas signos o síntomas de anquilosis, es importante que acudas rápidamente a tu Dentista Amurrio o Dentista Llodio para iniciar el tratamiento necesario y evitar daños mayores.